Mis raíces están en el mundo rural, amo la naturaleza, los animales y la vida sencilla.
Siempre que puedo busco compartir mis momentos de ocio con aquellas personas que me suman, que me enriquecen emocionalmente. Soy una persona alegre y optimista que rehuyo a las personas tóxicas que nublan mis días soleados. Cuando esto ocurre, me viene a la cabeza la inscripción que hay en el dintel del acceso al cementerio en mi pueblo. Que dice:
“La verdad es lo que miras
no desoigas la voz con que advierte
que todo es ilusión menos la muerte”
Por ello me gustaría compartir los momentos que constituyen la vida en una relación de confianza, respeto y complicidad.
