Bilbao, Vizcaya, España
Busco: mujeres de 18 a 99 años
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Barakaldo, Vizcaya, España
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Soy Alegre y divertido me gustaria Hacer grupode amigos y Amiga's y disfrutar de LA Vida y si surge algo mejor
Bilbao, Vizcaya, España
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Bueno soy un hombre buena presencia,1.70 de altura complexión normal,que busca una mujer, de 46 a 48 años maja y positiva con ideas clara, que no sea de vida complicada, para conocernos y el tiempo o la química pondrá las cosas en su sitio. Si crees que eres de esa forma de ser, enviame un mensaje y te enviare foto mia y si no tienes tu foto puesta, me puedes envia una tuya.
Barakaldo, Vizcaya, España
Busco: mujeres de 40 a 50 años
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Hola,no es fácil describirse a uno mismo, diría que soy sencillo, natural y sincero...Busco una persona afín con quién compartir momentos y hacer los que los días sean especiales
Bilbao, Vizcaya, España
Busco: mujeres de 37 a 47 años
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No soy el de la foto, a veces quisiera, soy sincero, splo quiero tener amistades me gusta conocer personas hacer amigos.
Bilbao, Vizcaya, España
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Extrovertido simpático generoso amigo de mis amigos
Bilbao, Vizcaya, España
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Una persona sana amable cariñosa que le gustan mucho los animales la naturaleza
Bilbao, Vizcaya, España
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Soy un chico de Bilbao. Estoy mucho en Plentzia. Me gusta hacer caminatas de Costa y monte. No soy de bares y noche. me gusta el cine y me encanta aprender ya sea en cursos, conferencias o eventos culturales.
Bilbao, Vizcaya, España
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EL AMOR Y LA LOCURA El amor yla locura cuentan que una vez se reunieron todos los sentimientos y cualidades del hombre. Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura, como siempre tan loca, les propuso: - ¿Vamos a jugar a las escondidas?! La intriga levantó la ceja intrigada y la curiosidad, sin poder contenerse preguntó: - ¿A las escondidas?... ¿y cómo es eso? - Es un juego -explicó la locura- en que yo me tapo la cara y comienzo a contar uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que yo encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego. El entusiasmo bailó secundado por la euforia, la alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar... la verdadprefirió no esconderse, para qué? si al final siempre la hallaban, y la soberbia opinó que era un juego muy tonto ( en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y la cobardía prefirió no arriesgarse... - Uno, dos, tres... -comenzó a contar la locura. La primera en esconderse fue la pereza, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino, la fe subió al cielo y la envidia se escondió tras la sombra del triunfo que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. La generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus